Ruta exigente que parte desde el Puerto de Casillas pasando por el Pozo de la Nieve, el alto de Cabeza la Parra y finalmente termina en El Tiemblo. Esta ruta, que atraviesa por las cimas parte del Valle Iruelas, consta de un primer tramo hasta el Pozo de la Nieve muy sencillo (casi sin desnivel), un segundo tramo con una subida corta pero con una pendiente muy alta, y una parte final con un gran descenso algo complicado desde Cabeza la Parra hasta llegar a El Tiemblo.
Mapa:
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Perfil:
Detalles:
| · Distancia recorrida: 14,38 kilómetros · Tiempo estimado: 6 horas · Ruta circular: No |
· Altitud min: 773 m, max: 1.963 m · Desnivel subiendo: 1.306 metros · Desnivel bajando: 2.087 metros |
| · Dificultad técnica: Alta | · Puntuación:  |
Itinerario:
Ruta exigente que parte desde el Puerto de Casillas pasando por el Pozo de la Nieve, el alto de Cabeza la Parra y finalmente termina en El Tiemblo. Esta ruta, que atraviesa por las cimas parte del Valle Iruelas, consta de un primer tramo hasta el Pozo de la Nieve muy sencillo (casi sin desnivel), un segundo tramo con una subida corta pero con una pendiente muy alta, y una parte final con un gran descenso algo complicado desde Cabeza la Parra hasta llegar a El Tiemblo.
En primer lugar, al ser una ruta no circular y con grandes pendientes decidimos dejar un coche en el punto de llegada (El Tiemblo) e ir con otro al punto de salida para regresar a por él cuando finalizásemos la ruta.
Para llegar al punto de salida nos dirigimos al pueblo de Casillas, el cual atravesamos y tomamos una pista asfaltada al principio y de tierra en su tramo final que nos lleva al Puerto de Casillas. Aquí dejamos el coche bien aparcadito y comenzamos la ruta.
El inicio de la ruta se encuentra marcado, ya que es la misma parte que la ruta que podremos ver en el cartel (Ruta al Pozo de la Nieve), aunque nosotros una vez en el Pozo continuaremos nuestro camino por otro lado.
Esta primera parte de la ruta discurre por un pequeño sendero entre pinares y pedregales por la curva de nivel, por lo que prácticamente es todo llano. Aquí pudimos disfrutar de pequeños arroyos que todavía en esta época del año llevaban agua bien fresca y de algún que otro animalillo.
Tras cruzar una gran pradera de un bonito manto verde llegamos a el Pozo de la Nieve.
"El pozo de la nieve es un pozo excavado en la tierra con muros de contención, de pequeñas o grandes dimensiones e incluso con techo, que dispone de aberturas para la introducción de la nieve y posteriormente la extracción del hielo. En diferentes partes de España se les conoce con otros nombres como cava de neu, pou de neu, pou de gel, pou de glaç, elurzulo, cases de neu, nevero, nevera y ventisquero."
Después de tomar un breve descanso y reponer fuerzas continuamos con el camino. Cruzando la otra parte de la pradera disfrutamos de un bonito grupo de caballos y algún que otro potrillo recién nacido antes de la gran subida del día.
Ahora esperaba una subida a el Portacho del Pozo, que no es demasiado larga pero tiene una pendiente muy elevada (es más bien un cortafuegos que un camino) lo que provocó los primeros sudores del día.
Una vez superado el repecho el camino continua por la cima hasta llegar finalmente a el alto de Cabeza la Parra. Por el camino pudimos disfrutar de la flora y fauna del lugar (vimos volar unos cuantos buitres, un grupo de vacas pastando, de nuevo de un grupo de caballos merodeando o algún que otro bichejo como escarabajos peloteros).
Finalmente y tras una buena caminata llegamos al punto más alto de la ruta, Cabeza la Parra (1639 metros aprx.) Nos dispusimos a comer junto al refugio, el cual al igual que la torreta de incendios, ya no se encuentran en muy buen estado.
Tras la comida pudimos deleitarnos con las vistas de el pantano del Burguillo, el cerro de la Escusa y los pueblos próximos como El Tiemblo, Cebreros e incluso parte de El Hoyo. También pudimos ver un pequeño altar a San Antonio, patrón de El Tiemblo que se encuentra en la misma cima.
Finalmente tomamos el "camino" de bajada, decimos "camino" por decir algo, ya que el primer tramo es un cortafuegos empedrado y de gran pendiente que hace que la bajada sea bastante técnica y haya que tener mucho cuidado para no caerse.
Tras un largo tramo de bajada y con el cuerpo bastante cansado conseguimos llegar a el Tiemblo y poder finalizar la ruta. Algunos terminaron con las botas más que rotas (y es que lo barato sale caro) y como ejemplo aquí tenéis una foto de como quedaron sin suela las de Jessy.
Asi que si os animáis a hacer esta ruta no os olvidéis de llevar buen calzado!!!
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